El poder de la luz

Parece algo muy moderno, pero realmente  las terapias lumínicas llevan existiendo desde hace siglos. La historia menciona cómo los egipcios y los hindúes practicaban la cromoterapia, o lo que es lo mismo, el poder curativo de los colores basado en las diferentes longitud de onda que emiten. El mismo Hipócrates recetaba a sus pacientes baños de sol para mejorar la piel.

Pero el salto del uso de la luz como método curativo al campo científico, se produjo en el año 1998 de la mano de la NASA. Fueron ellos los que descubrieron las propiedades de las fuentes de LED, en especial la del rojo y el infrarrojo.

Esta tecnología probaba cómo la fotobioestimulación producida por la luz roja era capaz de provocar una actividad celular. Lo que es lo mismo, ayudaba a la generación y regeneración de tejidos y con ello, a mejorar la cicatrización de las heridas.

Esto pudieron usarlo para mejorar la vida de los astronautas que se encontraban en misión especial.

 

«La terapia con luz LED, incrementa la producción de ATP, una molécula encargada de aportar energía a las células que decae con la edad, provocando signos de envejecimiento» María Jesús Herranz (responsable de formación de la marca de cosmética Carita)

 

Cromoterapia o poder curativo de los colores

 

Tecnología punta para reafirmar la piel

El mundo de la cosmética está en constante renovación en busca de los productos y técnicas más revolucionarias y modernas del mercado. Y en este contexto, la tecnología de las luces LED has sido las últimas en llegar, con sus múltiples aplicaciones.

Una de ellas es el tratamiento reafirmante de silicio con luz roja.

El objetivo de esta revolucionaria técnica es usar los efectos regenerantes de este tipo de luz para combatir los efectos del paso del tiempo. El proceso consiste en estimular las fibras de colágeno y elastina en las partes más profundas de la dermis, consiguiendo así reducir la profundidad de las arrugas y aumentar la elasticidad y firmeza de la piel.

 

“Al estimular la piel con luz a una longitud de onda concreta (cada longitud corresponde a un color), se consigue que las células reaccionen de una forma determinada” Berta López (educational manager de la firma de aparatos de belleza Foreo)

 

Con este tratamiento facial pretendemos recolocar los pómulos y crear un efecto tensor en todo el contorno del óvalo facial, actuando en las arrugas más profundas. El protocolo se compone de una doble mascarilla profesional, un masaje remodelador del óvalo y un láser frío de diodo.

Además de ser un poderoso antiarrugas, los LED rojos también mitigan el daño solar y atenúan las estrías. La piel rejuvenece, se ve más radiante y mejora en apariencia, textura, hidratación y firmeza.

Resultados del tratamiento con LED roja

  • Aumenta la actividad de los fibroblastos, células productoras de colágeno y elastina.
  • Aumenta la tersidad y brillo de la piel.
  • Mejora el metabolismo de las células dérmicas.
  • Disminuye la inflamación tisular.
  • Disminuye el tamaño y visibilidad de los poros cutáneos
  • Aumenta la oxigenación del tejido

 

Recomendamos este tipo de técnicas a partir de una edad madura (dependiendo de la genética puede estar entre los 40 y los 50 años). Edad en la que nuestro cuerpo deja de producir colágeno y se acelera el proceso de envejecimiento. El tratamiento obtiene una gran mejoría en las pieles fotoenvejecidas.

Es un procedimiento totalmente indoloro. Tan solo una sensación mínima de calor, producido por la luz.

Igualmente y aunque los infrarrojos usan una larga longitud de onda para penetrar profundamente en la piel, es un método totalmente seguro sin ningún tipo de efecto secundario.

En Naturaqua sólo os ofrecemos tratamientos seguros, testados dermatológicamente. Por eso trabajamos siempre con productos de primera calidad, que nos garantizan esta seguridad.

Te invitamos a nuestro centro para que pruebes esta innovadora técnica. ¡Anímate! no te creerás los resultados…

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